Publicado: Viernes 27 de diciembre del 2013 | Columnistas y Colaboradores | Imprimir | Compartir | 241 Lecturas
2013: Balance negativo para los trabajadores
El 2013 se cierra con un balance negativo para los sectores laborales y sociales, debido a los retrocesos que en materia de derechos se han dado en el presente año. Cabe resaltar que Ollanta Humala fue elegido por las mayorías del país con la finalidad de ejecutar los cambios que el país demanda.
En el plano laboral, se promulgó la Ley Servir, la cual elimina el derecho a la negociación colectiva a los trabajadores públicos, aspecto denunciado por la propia OIT en su informe, algo que también afecta derechos como la estabilidad y el reconocimiento de los años de servicio. Se pretende debilitar a las organizaciones sindicales y generar un sector de trabajadores debilitados y que respondan a los intereses políticos de turno.
Se pone en peligro la vida de los trabajadores, luego que la ministra de Trabajo anunciara algunos cambios en la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo, dispositivo que recibe desde su promulgación un furibundo rechazo por parte del sector empleador, el cual ha buscado por todos los medios eliminar o restringir dicha norma que sanciona a los empresarios que expongan la integridad de su personal con penas, como la cárcel efectiva, evitándose así la impunidad que antes reinaba.
Los sueldos y pensiones siguen siendo los más bajos de la región pese al crecimiento económico, lo que impide el fortalecimiento de la demanda interna,exponiendo a la población a servicios públicos y privados precarios, debido al control del gasto público, destinado a generar ahorros no por la eficiencia del aparato estatal sino impidiendo inversiones que resuelvan problemas concretos a la ciudadanía.
Humala ha logrado lo que sus antecesores no pudieron, concluir la privatización de empresas estratégicas, como es el caso de ENAPU y PETROPERÚ, las cuales han quedado en manos de los mismos que se beneficiaron de estas ilegalidades durante el fujimorismo y el alanismo. Esto propiciará que el destino de nuestro país siga siendo adverso para las mayorías y que las ganancias que se producen en la economía se sigan concentrándose en pocas manos, mientras las familias peruanas seguirán pagando precios altos por servicios y productos que se generan en el país, cuando en el exterior se ofrecen a precios irrisorios, es decir seguiremos subsidiando el bienestar de otras sociedades.
Esto también se aprecia en la negativa de masificar el Gas de Camisea y la promoción de la industria Petroquímica que derivaría en abaratar los costos de la energía en el país. Los productos de primera necesidad aumentan todos los días y las libertades se restringen cada vez más, además de aumentar la violencia, la corrupción y la inseguridad ciudadana.
Se nos avecina un 2014 sombrío, lo que amerita seguir luchando para defender nuestro derecho a la justicia social.
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