Al conmemorarse el Día Internacional de los Trabajadores, las
familias trabajadoras rendiremos homenaje a nuestros mártires y pensadores, de
ayer, hoy y siempre, como el amauta José Carlos Mariátegui. Sus reflexiones
siguen siendo una importante fuente de orientación de nuestras luchas en
defensa de los derechos humanos y laborales.
En
esa fecha reconoceremos la sacrificada labor de los trabajadores en las
diversas regiones, los cuales pese a las dificultades económicas, legales y
políticas, no cesan en fortalecer sus organizaciones y promover la creación de
nuevos sindicatos. Esto se demuestra en la capacidad de movilización, como la
efectuada el 3 de abril, donde logramos congregar a diversos actores sociales
para exigir medidas efectivas contra la delincuencia.
Estas
son solo algunas muestras de lo que somos capaces los trabajadores cuando nos
unimos y como un solo puño expresamos nuestras demandas y junto al país exigir
a los gobiernos de turno atención a los diversos problemas sociales y
económicos, algo que no dejaremos de hacer a pesar de las dificultades que se
presenten.
Sin
embargo, somos conscientes que aún no conseguimos capitalizar políticamente
nuestro potencial de convocatoria. Seguimos dependiendo de candidatos que
asumen nuestra agenda y al momento de ser elegidos dejan de lados sus
compromisos con el pueblo, como sucede en la actualidad.
A
casi tres años de la elección del presidente Ollanta Humala, la realidad de los
trabajadores sigue siendo la misma o hasta más crítica. Miles continúan
sometidos a los regímenes especiales, donde los salarios apenas llegan a cubrir
las necesidades básicas y los derechos laborales son restringidos. Esto ocurre
en la agroindustria, trabajadores del campo, textiles, services, contratas,
trabajadoras del hogar, mypes, etc.
Hoy la Ley Mypes es la verdadera Ley del Trabajo, recortando derechos laborales y brindando al capital la oportunidad de recuperar ganancias a costa de la mano de obra barata e imposibilitada de organizarse sindicalmente. Esta norma afecta a casi 11 millones de trabajadores, los cuales siguen perdiendo capacidad adquisitiva de sus remuneraciones además de una agresiva flexibilidad laboral. En el sector público, la Ley Servir precarizará las condiciones de trabajo de los estatales.
Hoy la Ley Mypes es la verdadera Ley del Trabajo, recortando derechos laborales y brindando al capital la oportunidad de recuperar ganancias a costa de la mano de obra barata e imposibilitada de organizarse sindicalmente. Esta norma afecta a casi 11 millones de trabajadores, los cuales siguen perdiendo capacidad adquisitiva de sus remuneraciones además de una agresiva flexibilidad laboral. En el sector público, la Ley Servir precarizará las condiciones de trabajo de los estatales.
El
gobierno miente al país al decir que el incremento de la Remuneración Mínima
afectará la inflación, cuando sabemos que ante la proximidad de la
desaceleración económica, solo la demanda interna ayudará a evitar que la
turbulencia afecte a los más pobres.
Como
vemos, el panorama laboral no es alentador, cuando además tenemos un Ministerio
de Trabajo debilitado, incapaz de hacerle frente a los abusos empresariales y
resolver el tema de la fiscalización (Sunafil). A esto se suma que se han
despedido a miles de sindicalizados.
Por
estas razones, estamos todos convocados a la Concentración que se efectuará el
jueves 1 de mayo frente al monumento de José Carlos Mariátegui en la Av. 28 de
Julio a partir de las 10 de la mañana.
Finalmente,
expresamos nuestra solidaridad con la lucha de los Trabajadores Estatales, los
maestros (SUTEP) y los trabajadores del Poder Judicial.
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